MEJORES BAILARINES

Los mejores bailarines españoles de Ballet

Si eres un amante del ballet nacional, seguro que conoces a toda una gran cantidad de bailarines con los que has disfrutado a lo largo de sus innumerables actuaciones. Es por ello, por lo que si te preguntan por el mejor ballet nacional de España que has visto, te costará mucho decidirte (si es que realmente lo consigues).

En este artículo queremos hacer un pequeño homenaje a “España Ballet”, haciendo mención a los que nosotros hemos considerado como los 4 mejores bailarines y coreógrafos españoles. Por supuesto, esta lista es muy subjetiva, pero creemos que vamos a coincidir contigo en la gran mayoría.

Antonio Najarro 

Antonio Najarro es un bailarín Español y coreógrafo que nació en Madrid en el año 1975; además, desde el año 2011 también es director del Ballet Nacional de España (con siglas BNE). Su formación no podría ser más selecta, y es que fue enseñado por los más prestigiosos maestros de danza en disciplinas como ballet clásico, clásico español, escuela bolera, folclore, flamenco, así como en danza contemporánea. Su trayectoria profesional se iniciaría a la temprana edad de 15 años, entrando a formar parte de las compañías de danza española más importantes del momento y de todos los tiempos: “El Ballet del Teatro Lírico de la Zarzuela”, “Ballet Antología”, “Compañía Antonio Márquez”, “Compañía de Aída Gómez”.

Debido a su característica vocación creadora, desde muy pronto también empezó a hacer coreografías; en su currículum descubrimos que ha participado en algunas ediciones del Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco de Madrid con Suspiro del Moro (en el año 1995), en Movimientos Reversos (en el año 1996), así como en Nereidas (en 1999), en donde se reúne el mejor equipo coreógrafos de a lo largo de todo el mundo.

No sería hasta el  2002 cuando crearía su propia compañía Antonio Najarro; en estos momentos ha coreografiado en la misma hasta cuatro producciones: Tango Flamenco (en el mismo año de su fundación, en el 2022), Flamenco Oriental (en el 2006), Jazzing Flamenco (en el 2008) y Suite Sevilla (en el 2011). Además, también lo hemos podido ver creando piezas habitualmente para celebridades del patinaje artístico sobre hielo. En el año  (2017), ha recibido un Premio Nacional “Cultura Viva”. A lo largo de todo su espectáculo y dirección ha recibido una serie de premios reconocidos, por lo que estamos seguros de que se ha ganado un puesto a la fuerza en este puesto. Desde este texto le hacemos un pequeño homenaje a Antonio Najarro.

 Antonio Ruiz Soler 

Antonio Ruiz Soler fue un reconocido bailarín, bailaor de flamenco, director artístico y coreógrafo. Empezó a bailar a una edad muy temprana, tan solo a los 6 años, en la reconocida academia del maestro Realito, iniciándose principalmente en los bailes de palillos. En tan solo 1 año ya había superado ampliamente las expectativas que se pusieron en él, por lo que se le asignó una pareja, una niña que tenía sus mismas habilidades. Esta niña se convertiría en su pareja estable de baile y tendría el nombre de Rosario (con nombre real Florencia Pérez Padilla). La primera actuación en dónde darían a conocer su característico estilo de baile sería en el 1928, concretamente en el Teatro Duque de Sevilla especializado en el ballet nacional español. Uno de los años clave para este bailaor fue el 1937, cuando estaba de gira en Barcelona y Francia.

Sería entonces cuando Marquesí, un reconocido empresario de variedades, contrataría a la pareja de bailaores con el objetivo de que fueran a América. Este nuevo compromiso les auguraría un éxito que permanecería durante 12 temporadas. Ya a lo largo de las fechas comprendidas entre 1944-1946, la pareja extendería todas sus actuaciones a lo largo del País. Por un lado harían giras a México, en donde en el Teatro de Bellas artes estrenarían el que no tardó en convertirse en todo un clásico, el “Zapateado de Sarasate”. La gira seguiría a lo largo de 1946 por Cuba, Uruguay, Chile, Perú y en el año 1948  volverían a actuar en Argentina. En 1949 por fin volverían a España donde encontraron algunas dificultades para volver a actuar; sin embargo, gracias a la oportunidad del empresario Lusarreta, volverían a hacerlo en Madrid. Seguirían actuando hasta que en 1996, Antonio se enfrenta a una grave enfermedad que le deja en silla de ruedas y que hace que finalmente fallezca. Actualmente está enterrado en el Cementerio de San Fernando de Sevilla